Wuqu' Kawoq: Desarrollo Temprano y Nutrición Infantil de los niños de Comunidades Mayas de zonas Rurales de Guatemala

Guatemala tiene una de las tasas de desnutrición crónica infantil más altas de ALC y el mundo: 1 de cada 2 niños menores de 5 años sufre de desnutrición crónica. Estas cifras son aún más preocupantes en algunas regiones rurales donde residen comunidades mayas donde los niveles de desnutrición crónica pueden alcanzar hasta el 80%. Esta urgente situación aumenta el riesgo de que las niñas y niños contraigan enfermedades, limita su capacidad de aprendizaje y su desarrollo cognitivo. También lleva a una baja preparación para la educación primaria y afecta negativamente el rendimiento académico de niñas y niños. Las causas de la desnutrición infantil en Guatemala incluyen altos niveles de pobreza, falta de entrenamiento de cuidadores, madres y padres sobre mejores prácticas de alimentación y bajo contenido de nutrientes esenciales de las dietas tradicionales. Se necesitan soluciones integrales que aborden estos aspectos en conjunto con particular énfasis en poblaciones indígenas.

Esta iniciativa tiene un enfoque nutricional integral para una población indígena vulnerable. El programa consiste en que agentes comunitarias visitan cada mes el hogar de niñas y niños con desnutrición (entre 6-24 meses de edad) durante 6 meses. La intervención en el hogar incluye: monitoreo de crecimiento, provisión de micronutrientes, desparasitación y asesoría por parte de las agentes comunitarias en temas de nutrición. Adicionalmente, se ofrecen clases en la lengua nativa de las comunidades para enseñar a preparar alimentos. Por otra parte, esta innovación establece que las agentes realicen entrevistas a los cuidadores sobre las prácticas de alimentación de los niños. Los cuidadores principales revisan con los agentes comunitarios distintos datos sobre lactancia, alimentos complementarios, frecuencia de las comidas y la diversidad de alimentos. También se les pregunta a los cuidadores por sus percepciones acerca de qué tan adecuada es la dieta de sus hijos, se resaltan los cambios positivos en las prácticas y se establecen metas para la siguiente visita.

Se realizó un experimento de asignación aleatoria para entender el efecto de las entrevistas sobre las prácticas de alimentación. 296 niñas y niños con emaciación (pérdida de más del 10% del peso corporal) se asignaron a un grupo de tratamiento (145) y a un grupo de control (151). El grupo de control recibió visitas mensuales al hogar en las que agentes comunitarias realizaron monitoreos de crecimiento, entregaron suplementos y micronutrientes y compartieron mensajes genéricos sobre prácticas de alimentación. El grupo de tratamiento recibió la misma atención estándar del grupo de control, y además una visita mensual de un grupo diferente de agentes comunitarias, quienes realizaron la entrevista sobre prácticas de alimentación en las últimas 24 horas, en la que se establecían metas para la siguiente visita. La entrevista muestra impactos positivos en las prácticas de las familias, pues se observa una mejoría en la diversidad de alimentos en el grupo de tratamiento, comparado con el grupo de control.