Educa a tu Hijo
Las comunidades pueden hacer la diferencia cuando la oferta de servicios públicos de educación temprana no puede ofrecerse a toda la población. Este es el caso del programa “Educa a tu Hijo”, en el que las y los cuidadores se convierten en maestros en casa para niños y niñas. El desarrollo infantil se promueve a través las familias como agente central; sin embargo, hay toda una comunidad de promotores, formadores, educadores, médicos y personal de salud, voluntarios y grupos comunitarios que sustentan el programa y que garantizan su éxito. Así, uno de los elementos innovadores de este programa es la responsabilidad compartida de familias y comunidades con respecto desarrollo infantil de los niños y niñas. Además, el programa tiene un enfoque multisectorial que incluye contenido de salud materno infantil, nutrición, deportes y desarrollo cognitivo en una modalidad no institucional que prepara a las familias para estimular a sus hijos a través de actividades en el hogar. Otro elemento innovador del programa es que es también implementado en el sistema de prisiones durante las visitas de los niños a sus padres encarcelados, y que tiene actividades adaptadas para niños con discapacidades o para niños hospitalizados.
Problemática
Los programas sociales de salud y/o educación, particularmente para mujeres en embarazo y para niñas y niños, enfrentan retos para operar en áreas de difícil acceso. Las restricciones geográficas dificultan la construcción de centros de cuidado y el acceso de personal capacitado para la atención de las necesidades de esta población. Por tanto, es necesario diseñar e implementar alternativas que se ajusten a estos contextos, en particular, en la promoción del desarrollo infantil a través de la educación preescolar.
Solución
La ausencia de centros de cuidado en las zonas montañosas y rurales de Cuba motivó la creación de un mecanismo no formal alternativo para preparar a niñas y niños antes de su ingreso a la escuela. Este programa provee educación preescolar no institucional a todos los menores que no asistan a centros de cuidado infantil (en zonas urbanas, rurales y de montaña) y entrena y empodera a las madres y los padres para que estimulen el desarrollo integral de sus hijos (desarrollo socio-afectivo, intelectual, de lenguaje, motriz, formación en valores, cualidades morales, hábitos higiénicos, cuidados de salud y prevención de accidentes) con base en su propia experiencia, sus intereses y sus necesidades. Esta formación comienza antes del nacimiento durante las visitas médicas de los futuros padres: entre los 0 y los 2 años, el programa promueve la educación en casa y envía entre una y dos veces a la semana a ejecutores que capacitan a los padres en sus hogares sobre el desarrollo de sus bebés a través de ejercicios y técnicas de estimulación. A partir de los 2 y hasta los 4 años, el programa organiza encuentros grupales de familias en espacios de la comunidad una o dos veces por semana. En estos encuentros el cuidador y el niño se reúnen con otras familias y con consejeros entrenados en desarrollo infantil y participación familiar para aprender y practicar actividades de estimulación a implementar en casa. Para los niños y niñas de áreas rurales y remotas, el programa provee cobertura de educación hasta los 6 años.
Evaluación e Impacto
El programa ha sido objeto de varias evaluaciones para comprobar sus efectos y decidir su curso. En los años 80, se seleccionó una muestra de 94 niñas y niños entre 0 y 1 año que cumplieran con varias características de idoneidad, incluidas que no fueran asistentes a los centros de cuidado institucionales. Estos niños fueron asignados a grupos de tratamiento (aplicación por parte de la familia del programa pedagógico “Educa a tu hijo”) o control, con resultados superiores en desarrollo integral para los niños tratados. Estos resultados promovieron la universalización programa. En evaluaciones posteriores (1994 y 1999) que incluyeron a niños de 0 a 6 años se encontraron, una vez más, resultados positivos en el desarrollo alcanzado por los niños, el nivel de preparación de las familias y el grado de apoyo comunitario.